En relación a la problemática suscitada con motivo de la aplicación del RD 666/2023, por el que se regula la distribución, prescripción, dispensación y uso de medicamentos veterinarios, los centros veterinarios salmantinos se adhieren a la convocatoria de cierre el próximo día 11 a las 11 horas, solidarizándose, de esta forma, a las numerosas clínicas de toda España.
Dicha convocatoria obedece a las reivindicaciones del colectivo veterinario, especialmente el de animales de compañía.
El colegio oficial de veterinarios de Salamanca apoya esa postura de nuestros colegiados y colegiadas reclamando una serie de necesidades para el colectivo que redundarán en beneficio de la praxis profesional, de la salud y bienestar animal y, por ende, de la salud pública en la lucha contra las resistencias a los antimicrobianos.
Entendemos que en el momento de la prescripción debe de priorizar el buen criterio del profesional que es quien determina el tipo de tratamiento en base al diagnóstico efectuado y a sus conocimientos y experiencia. La normativa exige utilizar un antibiótico del grupo determinado. Así, en las situaciones de urgencia y gravedad la no actuación inmediata o el desabastecimiento del medicamento en esos momentos podría provocar la muerte del animal.
El facultativo está suficientemente capacitado y formado para dosificar correctamente según peso y necesidades específicas de cada paciente evitando excedentes y, por tanto, reducir el autoconsumo y las resistencias. Sin embargo, tienen la obligación de ajustarse estrictamente a la ficha técnica del medicamento y ello supone que su criterio clínico está restringido. Estas fichas deberían ser orientativas ya que algunas no están actualizas y otras no contemplan todas las situaciones posibles, pero su incumplimiento podría ser constitutivo de delito.
La norma establece un régimen sancionador desproporcionado en cuanto a la tipificación de las infracciones y cuantía económica, provocando situaciones temerosas en los clínicos limitando su criterio médico.
Los clínicos constatan que el sistema actual de comunicación de datos al MAPA a través de PRESVET, presenta carencias y dificultades y esperan una flexibilización de la burocracia.
Es inconcebible que los centros veterinarios no puedan dispensar medicamentos no sujetos a prescripción y que estos sí puedan ser adquiridos en centros comerciales sin el asesoramiento de ningún sanitario.
Somos el único colectivo sanitario que grava a los clientes con el 21% de IVA. Esta es una demanda ya tradicional desde hace años. Exigimos que se iguale al que disfrutan resto de sanitarios en sus servicios.
Nos consta que la Organización Colegial Veterinaria a través de su Presidente ha transmitido a las autoridades responsables varias de estas reivindicaciones que, a día de hoy, no han tenido respuesta satisfactoria y esperemos que esta protesta no sea solo del colectivo veterinario, deseamos que la sociedad lo comprenda y apoye por el bien de todos.